La química que transforma el cabello de un marrón claro a un castaño chocolate intenso, o de un rubio canoso a un dorado miel, puede parecer magia. En verdad, es una prueba de tortura que deja el cabello seco, opaco y áspero, las mismas cualidades que, irónicamente, hacen que la coloración se vea monótona. Pero si usted es una de más del 70 por ciento de las mujeres estadounidenses que cubren sus canas o aclaran su tono natural, no se preocupe: esta es una prueba que puede pasar con el color volador. Algunos cambios sencillos en sus hábitos de cuidado del cabello, junto con productos recomendados por profesionales, renovarán el brillo y la vitalidad de su cabellera y restaurarán su fe en la capacidad mágica de su caja de color favorita.